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domingo, 28 de agosto de 2011

PROYECTO DE VIDA DE LA FRATERNIDAD

PROYECTO DE VIDA DE LA FRATERNIDAD
MENSAJEROS DE CRISTO
2011
I. COMISION DE VIDA FRATERNA
OBJETIVO GENERAL
Promover mayor unidad y solidaridad entre Hermanos y fraternos, compartiendo un mismo amor que nos lleve a valorar las cualidades de cada uno.
OBJETIVOS ESPECIFICOS
                        Fomentar actividades y participar en aquellas que tengas como finalidad unir esfuerzos entre Hermanos, fraternos y personas allegadas para crecer en la espiritualidad marista.
                        Sentir que vivimos en familia, compartiendo nuestras experiencias personales (gozos y tristezas)
                        Sirviéndonos mutuamente, compartiéndonos y aceptándonos como somos, con generosidad y amor.
                        Interesarnos unos por otros y aportar para bien de todos, los dones que poseemos.

MEDIOS
                        Elaborar registros de información de los miembros de la fraternidad: Nombre, direcciones, teléfonos, correos electrónicos, cumpleaños y aniversarios.
                        Intercomunicarnos con los fraternos, para interesarnos por ellos, ofrecerles nuestro apoyo e informar a los demás.
                        Realizar convivencias familiares por lo menos dos veces al año.
                        Celebrar juntos los acontecimientos familiares, cuando sea posible.
                        Invitar a los Hermanos de la Comunidad Marista para compartir juntos por lo menos en dos ocasiones en el año.
                        Celebrar el día de nuestra fraternidad.
                        Promover intercambio y relación con otras fraternidades.

ACTIVIDADES
                        Celebrar el día de la Amistad y de la Fraternidad.
                        Convivio de Fraternidad en Los Cóbanos. 3 de abril.
                        Té pro‐recaudación de fondos para apostolado. 7 de mayo
                        Día de la Familia. 26 de mayo.
                        Celebración de San Marcelino Champagnat. 3 de junio.
                        Celebración de la Asunción de Maria (misa) 15 de agosto.

II. COMISION DE FORMACION
OBJETIVO GENERAL
Conocer mejor la Palabra de Dios, iluminados por el Espíritu Santo y hacerlo vida.
OBJETIVOS ESPECIFICOS
                        Estudio ordenado de los Ejes Maristas (Propuesta #5).
                        Promover la presencia de religiosos en nuestras reuniones sobre temas específicos.
                        Profundizar en el conocimiento y vivencia de la espiritualidad Marista.

ACTIVIDADES
Repartir la temática a estudiar durante el año entre los miembros fraternos, quienes elegirán procesos, dinámicas y material sobre el tema a estudiar.
III. COMISION DE APOSTOLADO
OBJETIVO GENERAL
Hacer conciencia de que es muchísimo mejor “dar que recibir”. Ir creciendo en bondad y en espíritu a través del apostolado.
OBJETIVOS ESPECIFICOS
                        Seguir con el apostolado de Evangelizacion dentro y fuera del colegio.
                        Apoyar y promover la formación de nuevas fraternidades.

ACTIVIDADES
                        Tardes de reflexión con los padres de familia de 4º, 5º y 6º grado en una tarde por grado.
                        Catequesis a los niños de la comunidad El Transito (Cuscatancingo), los días sábados por la tarde y a los jóvenes los domingos por la mañana.
                        Celebración navideña para niños, jóvenes y ancianos de la comunidad El Transito en diferentes días del mes de diciembre.

IV. COMISION DE ORACION
OBJETIVO GENERAL
Ser consientes de la necesidad y agrado de hacer oración de una manera perseverante y sostenida, siendo consientes de que es necesaria una formación, un momento, una preparación y lograr un crecimiento espiritual.
OBJETIVO ESPECIFICO
Desarrollar un proceso de formación en la oración; dedicando por ello el primer jueves de cada mes.
MEDIOS
                        Participación y presencia de los Hermanos en impartir charlas.
                        Celebraciones de tiempos fuertes como Cuaresma, Pentecostés, Navidad.
                        Visitas al Santísimo en las instalaciones del Liceo la 1ª. semana del mes, la 4ª. semana dedicada al Santo Rosario en reuniones llevadas a cabo en las casas de los fraternos.

ACTIVIDADES
                        Visitas al Santísimo.


                        Santo Rosario o Via Crusis.
                        Lectio Divina.
                        Formas de orar.
                        Formación en la práctica de la oración.
                        Retiro anual de las Fraternidades.
                        Desiertos.

V. EVENTO ESPECIAL
Encuentro Nacional de Fraternidades de El Salvador a celebrarse los días 5 y 6 de noviembre de 2011.
VI. SOBRE NUESTRA FRATERNIDAD
Estamos trabajando para continuar y mejorar nuestra relación de hermanos fraternos, creando nuevas formas de apertura, y crecer en la aceptación del hermano. También trabajamos para estar atentos a descubrir en los jóvenes con los cuales estamos en contacto, el deseo de conocer a Marcelino y en oportunidad inclinarlos al llamado de ser Hnos. Marista o laico Marista.
La Fraternidad Mensajeros de Cristo se forma de la unión de miembros de la primera Fraternidad del Liceo Salvadoreño que se fundó en 1994 con el nombre de Mensajeros del Amor, y la segunda Fraternidad del Liceo Salvadoreño fundada en 1997 con el nombre Caminantes de Cristo. Esta unión se llevó a cabo debido a que ambas fraternidades se habían quedado con pocos miembros y al deseo de ambas fraternidades a seguir en el mismo caminar. Creemos que esta unión ha sido una verdadera bendición, ya que supimos salir adelante e incorporarnos fácilmente. Nos reunimos todas las semanas, los días jueves.
COMISIONES
ASESORIA: Ricardo y Rubia de Galdámez
FORMACION: Luis y Consuelito de Padilla
TESORERIA: Hugo y Ana del Carmen de Amaya
SECRETARIA: Nelly de Henríquez
APOSTOLADO: Maria Marta de Párraga y Francisco Javier y Nelly de Henríquez
ORACION: Cosme y Nuria de Durán
VIDA FRATERNA: Matrimonios Amaya y Galdámez
ANIMACION: Maria Marta de Párraga



jueves, 25 de agosto de 2011

Fraternidad comentando sobre apostolado, se anexa carta enviado por Hno, Arroyo

En varias ocasiones se ha solicitado orientación sobre el tipo de apostolado que pueden realizar las fraternidades , como compromiso concreto del Proyecto de Vida  de la Fraternidad.
Empezaría felicitando a aquellas fraternidades que han tomado en serio las obras de apostolado que, con ilusión y sacrificio realizan , una o varias veces por mes. Especial mención merecen aquellas que tienen como objetivo  la atención a los más necesitados.
1-¿Qué implica el apostolado de una fraternidad?
-          Es una clara señal de que la fraternidad está comprometida en vivir y ayudar a vivir según el Evangelio.
-          Es una muestra de madurez humana y espiritual de sus miembros.
-          Es salir de nuestros momentos de intimidad fraterna, de invernadero espiritual,  de ser de la fraternidad para nosotros a ser la fraternidad para la Iglesia y para la sociedad necesitada.
-          Es llenarnos de solidaridad, ayudando a los que no han recibido ni el 1% de lo mucho que nosotros hemos recibido.
2-¿Qué tipo de apostolado es conveniente para las fraternidades?
-          En principio aquél en el que podamos ser más eficaces en anunciar la Palabra de Dios.

-          Un apostolado que sea congruente con la mística marista, es decir que tenga en cuenta a los más necesitados, entre ellos al mundo infantil y juvenil.
-          Un apostolado en el que se vean involucrados  todos los miembros de la fraternidad y no solamente una parte, mientras el resto descansa o no se compromete.
-          Un apostolado que no sea ocasional, sino que tenga continuidad durante el año. No es suficiente levantar una campaña o dos al año sobre una determinada acción de ayuda material, de catequesis ocasional, de solidaridad puntual…
3-¿Cómo elegir los apostolados? 
-          Tener en cuenta las posibilidades de atención durante el año y no sólo esporádicamente.
-          Un apostolado que entusiasme a la fraternidad y pueda comprometerse a largo plazo.
-          Un apostolado que no queme nuestras fuerzas y entusiasmos.
-          Un apostolado  de preferencia hacia los más necesitados de valores materiales y espirituales.
4-Ejemplos que nos dan otros movimientos cristianos.
-          Algunos fraternos han pertenecido o pertenecen a diversos movimientos de Iglesia y saben los compromisos que ello conlleva.
-          Dentro de nuestras comunidades educativas vemos personas que sin pertenecer a fraternidades, dan un servicio excelente, ya sea en grupos juveniles, en catequesis, en escuela de padres, en directivas de padres…
-          Hoy día se está incrementando el voluntariado  como apostolado por un tiempo definido. La provincia marista de Centroamérica acoge  este tipo de apostolado a personas que  viven y trabajan en el seno de una comunidad marista. Ej. En Chichicastenango, Guatemala, en Costa Rica.
5-A manera de síntesis.
-          Una forma  de evaluar la riqueza y crecimiento de una fraternidad está dada por el tipo de compromiso apostólico que lleva a cabo.
-          Una fraternidad encuentra sentido a la misma desde el momento que se involucra en acciones apostólicas y por ello, se siente partícipe de la vida de la Iglesia y de  la misión del Instituto Marista.
-          En el apostolado estamos respondiendo a las necesidades de la Iglesia y de la sociedad y desde ahí estamos construyendo una nueva forma de vivir el Evangelio y de construir la paz.


Hno. Feliciano Arroyo

lunes, 22 de agosto de 2011

“¿Dónde habla hoy el Evangelio?”

“¿Dónde habla hoy el Evangelio?” preguntaba Maurice Bellet en 1972. Buena noticia: ¡nuevos lugares hacen revivir hoy el Evangelio de Cristo!. Hombres y mujeres se levantan. Algunos institutos se renuevan y se recrean. Fundadores que continúan fundando más allá del tiempo! Se creía que el árbol de las comunidades religiosas era raquítico, viejo tronco que sólo esperaba ser abatido. Pero he aquí que él rebrota en 1000 lugares, de 1000 modos. No se trata de un estremeciendo, según el P.Dortel-Claudot, ni siquiera de una expansión de la corteza, se trata de nuevos brotes: sea de forma espontánea, sea como consecuencia de un injerto, o bien mediante el abono de la formación, o adecuando espacio y propuestas a la base del tronco o a su lado, hacen vivir, revivir una herencia decisiva.

Como teóloga moralista, sólo puedo alegrarme de esta vitalidad de la savia evangélica que, desde las encinas fundadoras, despiertan estos nuevos brotes al servicio de las sociedades y de las Iglesias.

He leído con mucho interés las dos encuestas que habéis llevado a cabo. Evidentemente, Cristo ha llamado a la puerta de numerosas comunidades. Sin duda, ha invitado a hombres y a mujeres de todas las latitudes. Le habéis abierto la puerta (Ap.3, 20) y ha entrado en vuestra casa, ha entrado en Su casa. Esto os ha desplazado y os ha inquietado, aunque también os ha enriquecido y estimulado para ir al corazón de nuevos dinamismos.

Sin embargo, “aquel de entre vosotros, que quiere construir una torre, ¿no comienza por sentarse para calcular los gastos y considerar si tiene lo necesario para llegar al final?” (Lc.14, 28). Pues, si hoy nos alegramos de tantos brotes nuevos, es preciso también de forma racional afrontar, reflexionar, discernir. Surge entonces la pregunta: ¿qué hacemos con los nuevos brotes? Les permitimos un desarrollo, digamos, “salvaje”? ¿Les quitamos la piel? ¿Previendo qué forma, con qué utilidad, para quién, con qué finalidad, con qué medios? Anteriormente, ya lo habéis subrayado, había la tendencia de suprimir lo que no se acomodaba de inmediato al cuadro de la comunidad. ¿Es posible hoy día?
Más aún, estos nuevos impulsos, ¿qué tienen que ver con la modernidad, con este siglo que consideramos tan secularizado? ¿A menos que esta secularización no presente efectos paradójicos de estímulo, de referencia directa a figuras evangélicas fuertes hasta redescubrirlas? Sin embargo, ¿cómo sensibilizar a todo el Instituto, a toda la Iglesia, incluso a toda la sociedad con esta nueva aportación?

No tengo la respuesta de todas estas preguntas, solamente algunos puntos de encuentro de teología y sobre todo de ética teológica, para guiarnos en el discernimiento.

Distribuiré mi exposición en tres partes:

• Ante todo, quisiera recordar la aportación social y religiosa moderna que conllevan estas nuevas emergencias espirituales.
• Quisiera, a continuación, releer el episodio de Juan sobre la formación de la primera familia “crística”.

• Finalmente, deducir algunas enseñanzas para nuestro discernimiento.

domingo, 21 de agosto de 2011

Reunion del 18 de agosto 2011 de Mensajeros de Cristo


Etapas del camino
Todo este proceso formativo que ofrecemos tiene como título general Vengan y lo verán.. En él se quie­re destacar que su centro es Jesús de Nazaret y que, llevados de su mano, nos acercamos al Padre y al Espíritu.
Junto a este título general, cada uno de los tres ejes formativos, lleva un subtí­tulo que pretende ser reflejo de su contenido:
- El primero es: Un camino de esperanza. Ésa es la actitud con la que se ha de entrar en este libro y la que se percibe en su contenido.
- El segundo se titula: Hogar en la humanidad. Nos acerca a Aquel que puso su casa entre nosotros y nos acerca a la casa de familia que nos dejó como regalo: la Iglesia.
- El tercero lleva por título: Las brasas del Espíritu. Intenta remover las ascuas encendidas por el Espíritu en los sacramentos y poner en nuestra vida el calor de la santidad, del servicio y de la misión.

 
Todas las demás etapas del itinerario tienen, además, un título particular que las distingue de otras. En el primer eje:
·  ¿Dónde vives?
·    Un camino de esperanza.
En el segundo eje:
·  Con vosotros estoy.
·    Hogar de la humanidad.
En el tercer eje:
·  Las brasas del Espíritu,  para la etapa espiritual.
1. Este camino ha de hacerse, pues, aceptando una invitación: “Venga y vean”.
En principio es posible que no se vea muy claro quién la hace, pero a medida que pasa el tiempo se descubre que la invitación viene de Jesús de Nazaret. Es más, se llega a la conclusión de que Jesús invi­ta en respuesta a nuestra pregunta que antes se le ha dirigido: "¿Dónde vives?".

Cada uno y todos juntos darán los primeros pasos de un recorrido de búsqueda y curiosidad, en el que aprenderán a convivir y a compartir, en el que pondrán en común sus inquietudes y aspiraciones, y des­cubrirán que lo que Dios quiere para ellos no está lejos de lo que ellos mismos desean; comprenderán que la Iglesia es quien más y mejor les puede ayudar a colmar la sed de verdad y de Dios, y verán que no hay mejor compañero de camino que Jesús de Nazaret. Por eso se abrirán a Él con un sí confiado, dejando que les lleve por el camino de la verdad y de la vida, tras un acto de confianza que manifiestan diciendo: "Jesús es el Señor". Esta confesión supone, además, un sí a echar a andar por un camino en el que se concreta la confesión de fe en Jesús.

A esta primera etapa se crea un clima de búsqueda, se despierta el interés por la fe, se despejan dudas y recelos y se escucha una primera, sencilla y esencial proclamación de la Buena Noticia, con un primer anuncio de Jesús de Nazaret, muerto y resucitado por nosotros y por nuestra salvación.

2. De la mano de Jesús, se sigue caminando por un camino de esperanza. Se conoce una historia, que apunta toda ella a un futuro que colma las aspiraciones de la humanidad. Se trata de la historia de los favores de Dios, por eso la llamamos Historia de la Salvación.

Dios crea al hombre y las cosas; las crea buenas y las pone a disposición de los seres humanos, pero és­tos se apartan de El y apartan a las cosas de su destino; sin embargo, el Creador no sólo no les aban­dona, sino que va corrigiendo la orientación que el hombre quiere darle a su vida y le encamina a una nueva regeneración.

En ese camino de esperanza Dios se sirve de unos hombres y mujeres, que colaboran por fe en sus pla­nes, y de un pueblo, que se convierte en depositario de las promesas de Dios y en ámbito en el que éstas van a hacerse realidad no sólo para él, sino para todos los hombres y pueblos de la tierra. Con re­yes, profetas, sabios y creyentes va preparando la venida del Mesías, centro de la historia y autor de nuestra salvación.
               
Se descubre que Dios camina con cada hombre en su historia.

3. "Con ustedes estoy". La formación continúa con un recorrido por la vida y la obra de Jesús. Día a día aprenden a reconocerlo y a identificarlo, acercándose a su persona y a su mensaje, para ha­cerlo vida y así seguirle en sus criterios, en sus actitudes y en sus obras.

Todos los misterios de la vida de Jesús, desde la infancia hasta su muerte y resurrección, pasando por su actividad pública, en la que proclamó el Evangelio del Reino, se ofrecen para la reflexión colectiva y pa­ra el crecimiento y profundización de la fe.
Se termina contemplando el misterio de su muerte y descubren la vida nueva que nos viene en Cristo Resucitado, al que se le reconoce como Señor de la vida y autor de la nueva humanidad.

En estos temas sobre Jesucristo aprenden responder al segundo creo, confesando: "Creo en Jesucristo, Dios y hombre verdadero, muerto y resucitado que nos vincula a su vida".

En esta confesión reconocen que Jesús es el centro de la vida del cristiano y comprenden que al decir "Creo en Jesucristo" todo en ellos cambia y adquiere un nuevo horizonte.